jueves, 18 de junio de 2009

Afiche: La puerta del dragón

Según la mitología oriental, las cascadas y cataratas localizadas en China son los lugares donde se localiza la Puerta del Dragón. La asociación de los dragones con los pescados se remonta a una leyenda que cuenta que un pez-carpa saltó sobre la “puerta mítica del dragón” y se convirtió en este animal fantástico. La historia se emplea como alegoría del impulso y del esfuerzo necesarios para superar obstáculos y alcanzar el éxito: el dragón es tomado como símbolo de perseverancia y sabiduría.
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Menú oficial completo - La luz brilla aun en la amargura

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lunes, 16 de marzo de 2009

Primer Menu: "Los primeros destellos del amanecer"

Les presentamos nuestro primer menú oficial, el cual estaremos ofreciendo por lo que queda del mes de marzo.
Nuestro número para que ordene para llevar es el: 22530738.

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martes, 10 de marzo de 2009

domingo, 8 de marzo de 2009

La diosa del sol



Amaterasu-omi-kami ("aquella que brilla en los cielos") es considerada como la principal protectora de Japón y antepasada de los emperadores.

Cuando la tierra no existía el universo original era una masa amorfa, aceitosa, semejante a una gelatina. De esta surgieron cinco dioses principales y luego siete nuevas generaciones de dioses y diosas, los cuales vivían en la antiplanicie del cielo (Takamagahara). La tierra fue creada por dos de estás jóvenes divinidades, Izanagi e Izanami.

Luego de una disputa con Izanami, Izanagi volvió solo a purificarse en un rio. De su brazo derecho corrió agua y nació la diosa Amaterasu, nombrada gobernante de las altiplanicies cielo. Al dios de la luna, Tsuki-yomi, se le dio el gobierno de la noche, y a Susa-no-o el del mar y las tormentas. Sin embargo, éste último estaba celoso de su hermana y se rebeló ante los deseos de su padre.

Amaterasu sospechaba que su hermano estaba conspirando para derrocarla y se enfrentaron. Susa-no-o la retó: quien fuera capaz de engendrar dioses masculinos sería el vencedor. La diosa lo derrotó, pero Susa-no-o se negó a aceptarlo y la atacó repetidas veces. Finalmente, logró asustarla tanto que Amaterasu terminó encerrándose en una cueva. Como resultado, el mundo y el cielo se vieron sumidos en oscuridad y miseria.

El resto de los dioses trataron de hacerla salir, pero todos sus esfuerzos fueron en vano, hasta el momento en que llegó la diosa de la aurora, Ama-no-uzume. Ella se levantó sobre un tonel invertido de arroz e inició una danza erótica sagrada que excitó a los demás dioses. Ante elojios y gritos de júbilo Amaterasu no pudo evitar asomarse fuera de su encierro, momento que fue aprovechado para comunicarle que dioses gozaban ante la visión de una diosa mucho más hermosa que ella.

Amaterasu sucumbió ante su curiosidad y al salir, uno de los dioses le entregó un espejo sagrado, sobre el cual ella vió su propio reflejo. En ese momento, otro dios aprovechó para sacarla de la cueva, y sellar la entrada. De esta manera la diosa volvió a ocupar su lugar en los cielos, brindando luz al mundo nuevamente.